Escenarios de Hoy por Laura V.
Madrid, 24 de Agosto. Son las 8.30 de la tarde y se siente algo especial en el ambiente, mezcla de emoción y expectación. La terraza del Teatro Galileo se va llenando poco a poco. Es una tarde calurosa y las mesas se abarrotan de mojitos y refrescos. Se oyen saludos a los lejos, hay muy buen ambiente, se nota que la gente tiene ganas de pasarlo bien. La semana anterior repetían escenario, pero Madrid les echaba de menos. Parece que haya pasado una eternidad desde que terminaron la temporada en el Teatro La Strada, allá por el 7 de marzo. Desde entonces no han parado por toda España de gira, pero la capital les añoraba.
En el público hay reincidentes conocidos; 4, 5, 6... 10,11 veces han visto el show pero ahí están dispuestos a volver a disfrutar de las gamberradas de David Ordinas y Pablo Puyol. También los hay nuevos en estos menesteres, se les nota en la cara su "virginitud" porque no saben muy bien qué es lo que se van a encontrar. Con la poca publicidad de la que disponen su mayor baza es que la gente que ha visto el espectáculo lo recomiende a sus conocidos y el boca a boca funciona. El teatro está hasta los topes.
Son las 9.00, comienza a anochecer y empieza la función. Todo fluye deprisa, o es la impresión que a mí me da, porque cuando te lo estás pasando tan bien deseas que el tiempo se congele y puedas saborear esa sensación eternamente. Sobrevivir del arte, traumas de la infancia, salidas del armario a la fuerza, corrupción, la visita de Dios y su nueva forma de evangelizar, citas a ciegas que no salen del todo bien, consejos para ligar, mentir y volver a mentir para conseguir tu objetivo, sevillanas que incitan a las artes amatorias... En definitiva, dos amigos venidos a menos que a pesar de su situación no cejarán en el empeño de alcanzar sus sueños. Temas cotidianos llevados a la parodia más extrema.
Hemos hablado tanto del show que apenas quedan palabras para describirlo. Si algún rezagado está leyendo esto y todavía no ha probado de esta medicina, de la que cura el alma, tiene razones de sobra para acudir a la siguiente cita. Si buscas algo diferente, provocador, desvergonzado, divertido, directo, fresco, ocurrente y sin tapujos ya estás tardando en conseguir una entrada. Sin duda, un espectáculo que no te dejará indiferente.
El reloj marca las 11.00, la noche llega a su fin. Se escucha el tintineo de los vasos al recogerse... Los últimos remolones apuran los minutos para intercambiar impresiones con los protagonistas. Fotos, besos, bromas, discos, lentejas... Una función más para el recuerdo pero con la mente puesta en cuando será la siguiente.
Quizás peque de ñoña, pero estar al aire libre, con la luna observando en lo alto, la energía que se crea, el derroche de buenrollismo... a mí la noche me pareció mágica. Risas, buena compañía y más risas ¿Qué más se puede pedir?
"VENIDOS A MENOS" CADA DÍA MÁS INMENSOS!!!
Fotos: María S. Vielba, y M. García.
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