Escenarios de Hoy por Laura V.
El sábado sin apenas planearlo, nos liamos la manta a la cabeza y nos fuimos a Segovia a ver los Micromusicales. Esta ha sido mi primera experiencia de microteatro. Estaba un poco a la expectativa porque nunca había vivido el teatro de esta manera, quizás de la forma más pura y directa, sin apenas artificios ni decorados. Tener a los actores a medio metro de ti, impone, incluso da pudor, porque se genera una energía especial que te hace sentirte conectado directamente.
“En un Encender y Apagar” trata sobre las venturas y desventuras de un actor que tan sólo quiere realizar su sueño. Lo que me llamó más la atención es la soledad tan profunda del personaje, ya que nadie apuesta por él, ni su propia madre cree que tenga el talento suficiente para triunfar y en cierta forma, a pesar de haber logrado el éxito esa soledad persiste en él. En los 15 minutos de obra pasas de la ternura al estupor, de la risa a la tristeza, de la esperanza al desaliento, sientes un pellizquito de esa cosa llamada amor y sales con el corazón un poco encogido. ¿Es posible generar tanto en tan poco tiempo? Sin duda David Ordinas lo consigue. Todo sucede tan rápido que en el momento apenas te da tiempo a pensar, sólo puedes dejarte sentir.
Si bien a nivel vocal es incuestionable que David puede hacer lo que le dé la gana, bien vale el ejemplo de hacer tres versiones de una misma canción y que parezcan tres canciones distintas; para mí es a nivel interpretativo donde lo da todo, y aunque suene pomposo decirlo, está sublime. Cada día me sorprende más su capacidad de reinventarse y de explorar otras facetas, ya sea como actor, cantante o compositor. La palabra artista empieza a quedarse corta para referirse a él.
“Cuento Atrás” trata sobre la vida de la Bella y la Bestia cinco años después del “y fueron felices y comieron perdices” Y es que los cuentos de Disney dejan la historia siempre en la parte bonita de las parejas, pero nadie habla de cómo la rutina puede hacer mella en una relación. Y ahí nos encontramos a una Bella aburrida hasta la saciedad de su vida en un palacio donde no hay nada emocionante que hacer y porque ella tiene claro que “donde esté una bestia con un buen rabo que se quite un príncipe con buen corazón”. Hilarante, rápida, fresca, ocurrente y muy divertida. Malia Conde y Gonzalo Alcaín están sensacionales en esta versión moderna y realista del cuento.
Una experiencia totalmente recomendable y a la que os invito a acudir si tenéis la oportunidad de asistir. Y es que nunca una cárcel rezumó tanta libertad, la libertad que te ofrece el teatro, que te transporta a otros lugares en un abrir y cerrar de ojos, en un encender y apagar.
Fotos: Keka Matesanz
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