ClassicsWeb
Joan Anton Rechi, director de esta singular producción de Orfeo en los Infiernos, de
Offenbach (1819-1880), anunció que su versión de la obra era "gamaberra" y "petarda", y que, más que opereta, el producto tendía a la revista. Hasta aquí lo que se anunció se corresponde con lo
que se ha ofrecido.
El espectáculo del Romea entra por los ojos y exhibe un colorido y una interpretación que se agradecen, con una actuación de Mingo Ràfols que vale para todo el espectáculo. Cuenta con un texto que se presenta como una versión del libreto original de Halévy y Crémieux firmada por El Terrat. Ya en la primera intervención del personaje de la Opinión Pública (Eva Barceló) indica el camino por el que irá el texto, con abundantes alusiones a personajes de consumo televisivos.
A pesar de este apartado, el espectáculo funciona en su primer objetivo de sorprender y divertir al espectador. Lo hace por el ritmo que tiene la representación, por la música de cuerda y viento (en directo y bajo la dirección de Antoni Parera), por el vestuario (Rafel Lladó) y por el buen trabajo de los cantantes Fanni Marino y David Ordinas y de los actores, con nota destacada también para un eficacísimo Carles Canut y un convincente Boris Ruiz. Una función con aires de revista que critica la doble moral, con agradables pasajes musicales y escenas, como la de la mosca voladora de Canut, muy bien encontradas.
Fuente: ClassicsWeb
Escribir comentario